sorda vida
tan humano
como las ganas de verla bajo una ducha fría
en su afán de resaltar el lado desmesurado de una buena gasfitería entre el sol y la neblina más cercana a uno que a la pasión esforzada que nunca conmovió tanto en ese invierno que es difícil de representar en verano.
Aún así, la experiencia pública tiene más dignidad.
como las ganas de verla bajo una ducha fría
en su afán de resaltar el lado desmesurado de una buena gasfitería entre el sol y la neblina más cercana a uno que a la pasión esforzada que nunca conmovió tanto en ese invierno que es difícil de representar en verano.
Aún así, la experiencia pública tiene más dignidad.
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