CORRIDA DE JINETES

Camina en su posición natural con velos sobre los ojos y velas sobre su espalda agitada mostrando el camino inefable por tánto que escoger y coger para lanzar al cielo que está debajo de ella tan briosa por un camino de tierra más húmeda de lo esperado, camino que nos recibe inmunes y nos abraza e, incluso, abrasa de tanto arder en el trayecto lógico de sus pasos reducidos a la natural posición en que es toreada a la inversa (toreada en una corrida inversa) hasta entregar la oreja en bandeja de plata y sus ojos que se ciegan por un rato tras una dulce cortina blanca ven más claro el momento en que acaban los caminos.