DIVINE, o Peligra tu vida al navegar en Internet

(escrito en 2001)

Peligra tu vida al navegar en Internet. Posibilidades de no ir al edificio de una institución pública y pedir la pizza desde la casa sin entregar un informe completo sobre el partido del fin de semana, mientras en televisión se muestran carnes expuestas al sol desafiando al roce de la tela con los ojos de los que han olvidado qué hacer pero que lo pueden recordar si cuentan con una guía como la mujer que aparentemente pasó por delante de un grupo de heliófobos que no por heliófobos son menos excitables sexualmente (payasos gigantes, niños gratis, domingos de turistas bulímicos). Norte de playa y poco de mar sin contaminación y espectáculos de aburrimiento donde comparten las familias con los vecinos en la Vega central y en las ferias de barrio con pintores que creen ser la reserva cultural de un país que tiene pocas áreas verdes dentro de los regimientos y naturalezas muertas rodeadas de animales que van al zoológico a mirar la ropa de temporada y los descuentos en las prendas fuera de temporada con panteras que si bien no son negras tampoco son azules como los ojos de la modelo de los posters de Cristal. Ojos-azules-no-azules. ¿Es un engaño o sólo existe el engaño al contarlo?. Tal vez al contar se institucionaliza el engaño. Tal vez sólo se materializa a 40 minutos de Santiago en vistas panorámicas de Providencia de acuerdo a los cánones en el origen del incendio más grande en un salón de eventos para mariposas de colores fuertes. Un gusto por el verano sin un tono veraniego y sin sombrillas para no sentirse solo a la luz de la luna de Los Ángeles. Para ti y para los demás, una ciudad traicionera que no pide disculpas por dejarnos solos en la mañana y en la tarde. Una noche en la Tierra en cualquier lugar del mundo sobre un taxi conducido por una actriz famosa que habla con acento porque el papel lo exige a la hora de las noticias. El alza de pasajes es rechazada por los que miran cómo los demás ven televisión y se imaginan protagonizando Baywatch y siendo pareja de Tracy Bingham, Carmen Electra o alguna otra actriz de esas dimensiones. En Madrid sienten pesar por los nuevos atentados al corazón de las palomas y el rechazo a utilizar audífonos para no escuchar el estallido de las bombas sobre las cabezas de los afortunados del día. Manifiesto en que sobran muertos y faltan ganas de protagonizar accidentes en lancha en el bar Neptuno mientras las mujeres del lugar olvidaron ponerse la ropa a cambio de vasos de vino sin sabor a vino sin sabor a vena sin sabor a fluidos orgánicos altamente tóxicos con una fruta y de un color muy sospechoso pero tentador cayendo por su cintura las monedas con que pueden haber comprado una familia y con las que el bebedor pudo haber vendido a alguien. Uno nunca se opone a lo que debe oponerse sino a la representación de lo que nos molesta de la vida de las cosas de los ojos de la mentira que siempre se cuenta cambiando sólo el receptor de la mentira con la soledad contra el hastío contra la sangre que oprime a algunos y que desata bajas pasiones en otros incluso en presencia de los vecinos de los amigos pero no de los padres. Kosovo se parece a Melipilla. Kosovo es más feo que Melipilla. Los niños de Kosovo son bienvenidos por familias en todo el mundo. Los niños de Melipilla son bien recibidos sólo en Pomaire. La plaza de la ciudad es oscura es pequeña es corta y no siente el ruido de las parejas que materializan sus proyectos y los destruyen precisamente en ese momento cambiando de canal en el baño de un pub de barrio chocando con las mariposas que escapan de los autos que no las ven porque a nadie le interesan las mariposas. Aunque vendan flores.