i'LL FLY FOR YOU (o EL MELTING POT DEL AMOR)

Volamos con un movimiento de alas sublime pero no sublimado a la distancia de dos días recios, de círculos de sal, círculos de arena, el agua lava las formas claras y deja sólo los círculos de volumen que se abre al son de una canción que conocemos. "Abrázate fuerte que empezamos la carrera, "Rodéame fuerte que así llegamos más lejos". El agua de la fuente lava la distancia de dos días claros y lava nuestras alas para volar de nuevo. Acompañado con paprika el camino es suave y eterno, eternamente suave y cada vez más conocido, inmenso. Volamos acompañados de inmensas tentaciones puras y llenas de la crema que adorna el mejor pastel de cumpleaños, mientras pide que el viaje nos lleve al mismo lugar de siempre, donde el corazón exige el sabor del encuentro que espera a la misma hora de los partidos del Mundial. Y a quién le importa el Mundial, si tenemos nuestros propio mundial de amor, amorío y amorosos resultados. A quién le importa el fútbol cuando la noche en la Tierra exige saludarla en cualquier parte del mundo, con flores que vuelven a su sitio cada vez y renacen porque no hay ramas en la puerta que impidan su paso de vuelta y vuelta y vueltas y vueltas en el aire. Un Felliniano final para una nueva tarde en la Tierra, bailando flamenco o, simplemente, flamencos reunidos en un salar. Cientos de salares como mariposas vestidas de bailarinas, flamencos bailando mambo a la orilla del mar de gente, mar de fondo, taconeando por el pasillo, mambo de sal, mambo de agua. Mambo. Volaremos con la mente en alto y la frente frente a frente. Una noche en la Tierra en cualquier lugar del mundo se transforma en nuestro amoroso melting pot.

God save PAU