PATRONATO

A las 5 de la mañana, el muecín levanta a los fieles, levanta el ego a los amantes del cambio de polaridad por la diferencia horaria. Creyendo ir caminando hacia Túnez, se llena de negocios rasgados el barrio de negocios, algunos tomaron la alfombra y se fueron para la casa, brilla el oro falso de las horas irregulares de las necesarias concentraciones de las orientales necesidades. De patrones ha sido forjado el laberinto de pasiones, patrones que desdibujan vestidos que se vuelven lienzos donde sembrar monedas que, sin intermediarios, se transan por un poco de sombra para hacerse los desentendidos de lo que está pasando a su lado. Se cubre la cabeza con un velo de monedas que hizo corto el tiempo de veda, védica y tántrica, para no dejar de mirar las estrellas que su corazón deja a su paso gracioso y gravitante, gráfico al ofrecer mariscos tras su cerrado velo porque tiene intenciones de seguir hablando, como si con ello disimulara algo del amor que necesita cubrir a todos y a todo.