UN HAIKU VERSIÓN TROMA

sentir el fondo de los dos sin caernos, derramándonos ahora, derramándonos siempre, derrames en los que creemos, en los que nos creemos y nos creamos. Creamos amor supercolor con haikus virtuales de nuestra propia vida juntos en un salto irreconocible al espacio conocido de los dos y de nosotros, porque los dos ya no se trata de cada uno, sino de los dos como nosotros y nuestras formas de alcanzar la cercanía más dulce aunque estemos tan lejos y estemos tan cerca. Como si fuésemos parte de una inusual película Troma, una película de amor entre la fauna celeste que se deshace a nuestro paso. Como un haiku compuesto de dos imágenes diferentes que se conjugan en el tercer verso y se vuelven una identidad más grande, sin respetar las sílabas japonesas que no alcanzan para describir ni siquiera el primero de los versos porque no rima con distancia sino con la inmanencia de los pasillos y pasajes que nos conducen a la luz de los sentidos que atan nuestros corazones con ramas de bambú.