CAMINO A HUANHUALÍ

Entre lomas inconclusas mis pasos vuelan en la tranquilidad serenense que me lleva hacia el encuentro con la vida, con el látido vigoroso que se refleja en tu cálida mirada, al sentido de lo con sentido, a la traviesa sonrisa tuya que me dice cuánto me amas, que me llena el corazón de vibraciones purificantes de los más sorprendentes colores. Un jardín de amor, una tarde de búsqueda de un rincón que nos acoja, que nos distinga y que admire con encantadora dulzura el placer del sentimiento puro que nos embarga. Te amo mi amor.




CAMINANDO POR MALI

Amadou y Mariam suben al escenario y nadie notaría que son ciegos, ni siquiera ellos mismos perciben que no ven lo que se ve y los que se está viendo, porque ven lo mismo que su público. Amadou y Mariam por las calles de Mali y en vuelo hacia Europa, conquistándola como en un viaje a la inversa de la historia. Mali no se parece a París, pero a ellos no les importa, porque ven de otra forma, porque ven lo que los llena, ven en su amor que Mali es más bonito que una tarde en los Champs Elysées, que no hay Arco de Triunfo que se compare a su triunfo personal, que su amor los llena de una inmensa luz amarilla que los guía sin mirar, porque saben que teniéndose el uno al otro están seguros y nada les podrá pasar en el camino. Amadou y Mariam suben al escenario viendo lo mismo que su público: su intenso amor que los llegó a cegar de tanto amarse.
Te amo.