TODO SOBRE MI PAU (3)

Ahora que nuestro blog cumplió un año, revisaba todo lo que hemos escrito. Tajabone. Muchas veces las imágenes van asociadas, sin quererlo, a música, o es más fácil retenerlas con un sonido en la cabeza. Tajabone. Como el momento en que tomé el bus y nos separamos por primera vez estando juntos tan poco tiempo. Y te vi parada fuera del bus y te miré y miré hasta que ya me di cuenta que era verdad: estaba viajando. Cecilia Roth llega a Barcelona luego de la muerte de su hijo y revisa cada cuadra mientras suena Tajabone, y la triste armónica que también sonó en mi cabeza durante todo ese viaje. Como ya comenté una vez, una dolorosa armónica que duele como pocas armónicas duelen, porque generalmente eso no pasa con las armónicas. Puede pasar con los violines, pero no con las armónicas. Sin saber qué decía, me dio más pena que nunca esa canción en wolof (dialecto senegalés), repetitiva hasta convencerme que estaba viajando. Y miré entre lágrimas tus lágrimas hasta casi no poder tener más lágrimas. Sólo podía ver tus lágrimas y escuchar Tajabone... Tajabone beni tajabone... Luego supe qué dice entre esas frases que se repiten: "...es un ángel y bajará de los cielos a tu alma, él vendrá y te preguntará si rezaste…" Y fue el momento en que me di cuenta que no había motivos para sentir pena, y empecé a escuchar Tajabone con otros ojos, con fe en Dios, en nosotros y en lo que vendrá para los dos. Tajabone beni tajabone... Hoy suena otra vez Tajabone y sólo sé que, mientras Manuela (Cecilia Roth) encontró a Olvido, nosotros nos seguimos encontrando en nuestros ojos sin lágrimas. Una vez te dije que hay cosas que pasan sólo una vez en la vida y que, cuando pasan no hay que dejarlas pasar. Almodóvar por fin fue reconocido y en cada película no dejo sentirme feliz porque no nos dejamos pasar. Y apareció este blog morado, morado para evitar pensar en si los zapatos deben ser celestes o rosados (ya nos ayudarán con eso), una gran bandera morada para representar "un pequeño paso para los dos, pero un gran paso para la humanidad", para creer en nosotros, como siempre, una bandera informáticamente morada para seguir haciendo nuestros los lugares por donde pasa nuestro amor intensamente brillante de tantos colores que se proyectan en el cielo con diamantes y en la vida de nuestro propio Riley... Se cruzaron dos personas muy particulares un día particular, y no se dejaron pasar.

Te amo