PAU Y MARCO DESPUÉS DEL POSTRE

TE AMO

miércoles, septiembre 06, 2006

GEORGE ADAMSKI, LOVING THE ALIEN (o El amor extraterrestre)

George Adamski fue un ciudadano americano de origen polaco que tenía una existencia como cualquier otro americano, con una típica vida american style, hasta que comenzó a ver ovnis (según él), luego lo visitaron (según él) y empezó el contacto telepático (según él). Poco a poco se adentró en un mundo desconocido, de alcances insospechados, de consecuencias (según él) fundamentales. Y comenzaron las increíbles fotos. Increíbles porque no se podían creer, increíbles porque hoy vemos lo poco creíbles que eran (¿o no?). Como todo contactado, fue ayudado por la casualidad y la coincidencia (¿coincidencia?): un año después de su primer contacto con un ser del espacio exterior, el hombre de Palomar Grande, unos niños ingleses fotografiaron, en un lago de Lancashire, un objeto que extrañamente era idéntico al fotografiado por Adamski (pero ese era de verdad, no ven que los niños no mienten? Y menos cuando toman fotos). Y siguieron las cartas de Adamski a diplomáticos y líderes de opinión (en ningún caso opinólogos) y coincidían, aparentemente, con avistamientos espectaculares, como los que presenció el italiano Alberto Perego cuando, frente a él, una ordenada formación romboidal de varios objetos permaneció largo rato en el cielo antes de desaparecer. Eso cuenta la historia, por lo menos. Mito urbano?. Puede ser. Al menos, tiene los componentes de uno. Así se fueron dando cientos de situaciones y eventos en la vida de Adamski y sus contactos con seres de otros planetas. Así fue cómo tuvo sus horas, días y años de fama. Andy Warhol seguramente lo habría llevado a vivir a su Factory, por delirante, imaginativo, por lograr años de fama y, por último, porque siempre es bueno tener un amigo contactado, abducido o, definitivamente, extraterrestre. Adamski. Hasta surgió un grupo musical a mediados de los ochenta llamado Adamski. El mundo sonreía, pero con cuidado... en una de esas, era cierto lo que decía. Fotos trucadas. Fotos de línea blanca. Fotos. Adamski. Y, ¿si Adamski quería ser famoso? Es válido, lícito y justificable. Pero, ¿famoso a costa de mentiras?. Puede ser. ¿O no?. ¿Mentiras?. Mentimos más de la cuenta por falta de fantasía, también la verdad se inventa, decía Machado, Antonio Machado. Y, ¿si inventó una realidad que aún no llega?. ¿Y si Machado también veía ovnis pero no supo cómo referirse a ellos? ("ovni" no rima con nada). Tal vez. Maybe, perhaps, a lo mejor. Tal vez, Adamski necesitaba a alguien para compartir su vida, alguien de fantasía que llenara su fantasía, y creó la historia para creer que estaba acompañado por alguien. Daniela, la venusina. Macarena, la marciana. Yessy, la de la astronave de combate siempre lista para la acción, space warrior. Su novia extraterrestre, su marciana favorita.Tal vez pudo ser así la historia. De todas formas, hay muchos que miran al cielo esperando que de un asteroide, una estrella, un planeta, un trasbordador, una nave extraterrestre o cualquier otro objeto desconocido, caiga alguien a quien esperan, buscan, imaginan y crean en sueños, entre sueños y en sueños lúcidos. Alguien que les cambie la vida. De fantasías están hechos los anhelos. De fantasías están hechas las películas. De películas de ciencia ficción de bajo presupuesto, pero grandes atributos, de heroínas de comic listas para saltar de la viñeta a la viña de un amor líquido. Adamski. Absurdo Adamski. Iluso Adamski. Adamski in Love. Lessons in Love... For your love, loving the aliens. Believing the strangest things, loving the alien... No sé por qué me acordé de Adamski, tal vez porque salí al patio a mirar el cielo. Tal vez porque tú saliste a mirar el cielo. Tal vez porque miramos la Luna y las estrellas para sentirnos cerca porque miramos lo mismo, porque nos reflejamos en el cielo, porque la Luna, ya está dicho, es sólo el espejo en que nos reflejamos. O por pensar en las invasiones y lo que nos invade en estos momentos en que estamos lejos. Mientras nos invade el corazón y se nos invade de nosotros, llenando el espacio. Decían algunos que el lenguaje es un virus del espacio exterior y Laurie Anderson lo cantó. Puede que el amor sea un virus del espacio exterior y haya llegado en ovnis, que haya llegado por entregas, por partes, en cientos de ovnis que visitaron a Adamski para mostrarle que podía ser cierto que bajara alguien del cielo y le cambiara la vida. Absurdo como lo que no se puede ver. Ajeno como lo que está lejos y no llega por entregas. Puede que hayan sido alucinaciones. Puede que no. Puede que hayan sido asteroides. O puede que no. Puede que no fueran sólo ovnis. O puede que no. Lo único claro para nosotros es que nos acercamos vertiginosamente. Y nada nos detendrá. Como asteroides.

Te amo.


4 Comments:

  • At 9:40 p. m., Blogger aletniuq said…

    Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

     
  • At 9:43 p. m., Blogger aletniuq said…

    Si, nada los detendrá, su amor y la intensidad de amar de los dos es irrompible, saludos para ustedes, los tuve abandonados ultimamente, (lo siento) estaba ocupada pero ahora vuelvo a leerlos,(como siempre) un abrazo muy grande.

     
  • At 2:00 a. m., Blogger La gata que no esta triste y azul said…

    De todas formas, muchos ven extraterrestes,o los abducen, ven naves, ven muchas naves. Pero... nadie... nadie, coje un extraterreste y dice "oiga, miren este señor verde y con cuatro ojos es de proxima centauri".
    No se si hay una virus del amor, pero algunos cientificos lo califican de desorden en los neurotransmisores :-)

     
  • At 5:41 a. m., Anonymous Anónimo said…

    Me encanta la forma como logran escribir sobre alguna cosa interesante y la conectan con el amor que se tienen con bastante humor

     

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